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Las chicas cristianas también hacemos drama

Capítulo 7

 

 

El teléfono sonó varias veces, luego se fue a buzón de voz, decidí intentarlo de nuevo, aunque me temblaban las manos, me puse de pie para intentar calmar mis nervios, camine por toda la habitación, y no sé en qué momento me empecé a comer las uñas.

-Hola Erin- respondió la voz conocida detrás del teléfono – No esperaba escuchar de ti tan pronto.

Me demoré en responder, pues no había pensado bien que iba a decir, hubo un silencio incomodo y luego dije sin titubear y sin saber por qué dije- Intentémoslo.

Y un frio me recorrió la espalda, sabía que era la decisión equivocada.

 

No pase una buena noche, me sentía supremamente cansada.

Al bajar las escaleras, me sorprendió ver un ramo de flores en la mesa.

  • Mamaaaaá ¿De quién es ese ramo? – mi madre estaba en la cocina y me miraba de una forma muy extraña, sonrió y me extendió la mano con una tarjeta, mientras decía – son para ti. Me quede estupefacta al acercarme y ver que era un ramo precioso, había distintas flores de muchos colores. La nota decía:

“prometo que no te vas a arrepentir, cuidare de tu corazón como un jardín, prometo llenar de colores cada uno de tus días. Josué”

 

No puedo negar que me dio mucha ilusión el detalle, jamás me habían regalado flores, y aunque dijera que no era de esas cursilerías, me dio muchísima ilusión la nota.

Mientras desayunaba me llego un mensaje de Erín, con muchas caras enojadas y luego un audio como de veinte minutos, en donde ella gritaba de la emoción porque había decidido darle una oportunidad a Josué.

Quedamos de vernos esa tarde. Mientras me arreglaba para verme con mi amiga, mi madre subió a mi habitación, se sentó en mi cama y me miró de una forma que no podía deducir y luego hablo.

Alana, tú sabes que te amo ¿verdad? – me extraño la pregunta, sin embargo respondí mientras buscaba el encrespador de pestañas – claro mamá, yo sé que me amas – entonces espero que puedas escuchar mi consejo, ven, siéntate aquí junto a mí.

 

Se que te da mucha ilusión comenzar una relación, pero creo que jamás será correcto tener un noviazgo por los motivos equivocados- fruncí el ceño- ella continuo - Josué es un buen chico, lo he visto crecer y sé que ama a Dios, por lo tanto no es justo que empieces algo que sabes que no vas a terminar, tampoco que huyas de lo que en verdad sabes que necesitas enfrentar y para amar con libertad primero hay que sanar. No supe en que momento mientras mamá hablaba se me llenaron los ojos de lágrimas, me sentía molesta, así que contesté sin antes organizar mis ideas.

-Mamá, sé que me amas, pero esta es mi decisión, quiero darme una oportunidad con Josué, porque quizás sea la única oportunidad que tenga.

- Por Dios, Alana, hablas como si te fuese acabar la vida mañana, y lo mas triste es que estés comenzando una relación pensando en ti y no en la otra persona.

Me molesto mucho que dijera que era egoísta, le di un beso en la mejilla y tome mi bolso.

Simplemente respondí

  • Vamos a ver qué sucede.

  • Todos sabemos que va a suceder y no es nada bueno.

Mi mamá me miro con desaprobación y me vio irme de la habitación.

 

 

Llegue al pequeño café donde había quedado de encontrarme con Erín, estaba supremamente concentrada en cada detalle de ese pequeño lugar, cada cosa estaba puesta fríamente calculada, los saleros, las luces, las plantas, las sillas, incluso los colores pasteles de las paredes le daban un aire de cercanía pero también de elegancia, estaba jugueteando con una flor que había en la mesa, que no me percate cuando mi amiga llegó.

-Buu- extraña, dijo mientras se acomodaba el cabello y me mostraba una amplia sonrisa.

- se sentó y de inmediato su sonrisa se desvaneció

- ¿Qué pasa? Le pregunte – entonces comenzó a narrarme, como había sido su día con Eydrian y los pastores.

- Alana, no sé, creo que entendí todo mal. Ayer me arreglé súper bien, y estaba supremamente emocionada por ver a Eydrian, fuimos a una casa de campo, todos estábamos jugando y riéndonos, pero el parecía no verme, todo el día se la paso ignorándome, quise pensar que tal vez estaba nervioso, pero al final del día tuve que comprender que en realidad él no tiene ningún interés en mi. Estuvimos en la sala compartiendo un postre que hizo la pastora, y durante este tiempo me sentí que no era mi lugar, todo el tiempo oraba en mi mente, que por favor, Dios pudiera traer claridad a mis sentimientos, sin embargo entre mas pasaba la tarde me daba cuenta que todas las expectativas que había creado en mi mente eran simplemente eso, expectativas.

Mi amiga se detuvo y empezó a llorar, puse mi mano sobre su hombro mientras le susurraba que todo iba a estar bien, luego continuo, es que no lo entiendo, yo he hecho todo bien, he sido obediente, me he guardado para Dios, he esperado en su tiempo y el es todo lo que yo siempre había esperado ¿Por qué tiene que ser tan difícil? ¿acaso hay algo mal conmigo?

El único momento que pude estar con él, se limito hablarme de cosas del ministerio juvenil, a pesar de que todos se estaban riendo, yo me sentí muy incomoda durante toda la tarde, al final me pregunto por Josué, y también pregunto por ti.

¿pregunto por mí? - dije con toda la fuerza que esa oración me causo- mi amiga no le dio importancia y dijo- sí, me pregunto por tu madre y por ti, luego se paro con sus padres se despidieron y se fueron. La pastora hablo conmigo al final, dijo que confiara en Dios y que sus planes eran mayores que mis propios planes, pero de verdad no puedo entender el plan del señor, se que debo confiar, pero no quiero.

La mesera se acerco y nos preguntó que deseábamos ordenar, mi amiga pidió una lasaña y un jugo de mandarina, mientras que yo pedí pastas a la carbonara, cuando la mesera se alejo con nuestra orden, Erin se seco las lágrimas y me dijo, basta de mí, cuéntame eso de que decidiste darte una oportunidad con Josué. Le conté a mi amiga lo que había sucedido, durante todo el tiempo guardo silencio y la sentí tensa, cuando terminé de hablar me dijo directamente. Tu no lo quieres, no es justo que comiences una relación sin tener la ilusión de tenerla, Josué también es mi amigo y no quiero que termine sufriendo, me moleste por lo que había dicho, pero en el fondo sabia que ella tenia razón, al igual que mi madre, ¿pero es que acaso todos no se daban cuenta que quizás Josué fuera lo mejor que me pudiese pasar en años?

Sonó mi teléfono- lo saque rápidamente y leí el nombre Josué en la pantalla- sentí un escalofrió en la espalda, sin embargo conteste – hola - solo logre decir, el noto mi tono frío y distante porque también se limito a saludar, luego me pregunto donde estaba y si deseaba que me recogiera, le dije que no, que podía tomar un taxi, sin embargo insistió en recogerme.

Terminamos de comer y veinte minutos mas tarde estaba sentada en el coche de Josué, el hablaba sobre todo lo que había hecho ese día, mientras mi mente divagaba una y otra vez en lo que Erín había dicho sobre Eydrian, había preguntado por mi ¿Por qué? ¿será que el también sabia algo sobre los ojos? ¿estaba pensando en lo que había sucedido en el funeral? ¿le llamaba la atención? Así que sin pensar grite, esto no va a funcionar Josué, y el freno en seco, gracias al cielo no venía ningún coche detrás de nosotros. Me miro con los ojos mas compasivos que hasta el momento hubiese visto y simplemente dijo, lo sé, por eso insistí en recogerte, fue una decisión apresurada, siempre he estado interesado en ti, me pareces una chica increíble, pero tu nunca me has mirado como miras a … titubeo para decirlo así que lo anime a continuar - ¿a quién? El suspiro profundamente y luego dijo, a Eydrian, yo me quede con la boca abierta, no sabia que se notaba tanto el interés por él. Josué me miro y sonrió, luego continuo, también he notado que el te mira, esto último me paralizó el corazón, simplemente me asuste de pensar que todo el tiempo que yo he esperado por ti,  y que simplemente llegara él, un completo desconocido y capturará tu corazón me parecía injusto, entonces ayer después de tu llamada, sentí a Dios decirme, no es lo que te estoy mandando hacer, no es lo que te estoy pidiendo. Entonces comprendí que a veces amar es dejar ir.

No puedo decir que paso en ese momento, el corazón paso de estar detenido a latirme a mil por segundo, las manos me comenzaron a sudar y entonces dije, Josué, estas equivocado respecto a Eydrian- aunque con todas mis fuerzas deseaba estar equivocada yo-, pero quiero agradecerte tu sinceridad, ni siquiera me di cuenta en que me momento el comenzó a conducir de nuevo, pero ahora solo estábamos a dos cuadras de mi casa, el parqueo despacio y me dijo, siempre podrás contar conmigo, creo que los dos actuamos de manera egoísta y apresurada ¿no crees? Yo sonreí y le dije- seguimos siendo niños inmaduros. Cuando me estaba bajando del carro me dijo: gracias por ser sincera, sonreí y caminé distraída hasta llegar a la pueta de mi casa.

¿Qué estaba tramando Dios que yo no sabía? Era el día más extraño que había tenido en meses.

Al entrar a casa mi mamá preguntó- ¿Cómo te fue? Me limite a decir, ya no tengo novio.

Dejo de lavar los platos y me miro- ¡vaya, duraron mas de lo que espere! – dijo con fingida sorpresa, ambas nos pusimos a reír. La oración del justo puede mucho, le dije. Gracias por orar. Mi mama sonrió y se acerco a mí, mientras arreglaba mi cabello dijo: cariño, Dios esta al cuidado de tu vida y de tu historia, sus planes son buenos, aunque a veces no parezca, me alegra que hayas tomado una decisión sabia ¿Josué está bien? - claro que está bien, el sabia tanto como yo que era una decisión apresurada e inmadura, mi mamá me dio un beso en la frente y continuo con su labor. Yo tomé un lapicero que había en la barra de la cocina y empecé a dibujar esos ojos que cada día me eran más familiares.

 

 

 

Eydrian

(semanas antes)

 

No se que me pasa, no se porque no puedo dejar de pensar en ella Dios. Espíritu santo por favor, calma mis sentimientos, no puedo creer que sea la misma chica del sueño de hace algunos años, creo que me estoy enloqueciendo. Se paro de su cama y camino de un lado a otro, viendo un cuadro de una mujer y una niña que había pintado hacia 5 años, ¿será posible?

Creo que estoy exagerando las cosas, tal vez es mi imaginación, no pueden ser la misma persona, pero entre mas negaba que Alana era la chica del cuadro, mas encontraba semejanzas, solo había sido un instante que la había visto entre la multitud.

Se acostó en su cama  y oro “padre tú tienes control de cada cosa en mi vida, descanso en ti” mientras decía esta ultima frase se quedo dormido y soñó con ella, entonces al despertar, no tenia dudas.

Jilary con J

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